Los pulgones son la pesadilla de cualquier residente de verano. Chupa los jugos de las plantas, transmite enfermedades y se reproduce a la velocidad de la luz.
Los productos químicos son eficaces, pero también matan insectos beneficiosos y la cosecha no se puede consumir hasta semanas después del tratamiento.
Sin embargo, hay un método del que no te hablarán en las tiendas.

Todo lo que necesitas es ajo común y jabón para lavar ropa.
Picar 200 g de ajo, verter en un litro de agua y dejar reposar durante 24 horas. Colar, añadir 50 g de jabón rallado y diluir la mezcla en 10 litros de agua.
Rocíe las plantas por la noche y por la mañana ya no quedarán pulgones.
El jabón recubre las plagas, bloqueando su respiración, y el ajo repele nuevos insectos.
Pero eso no es todo. Para evitar que los pulgones regresen, plante caléndulas, menta o hinojo cerca de los canteros. Su olor actúa como repelente natural.
Y si ves hormigas portadoras de pulgones, espolvorea la tierra alrededor de las plantas con canela o pimienta roja.
Las hormigas odian los olores fuertes y se marcharán con sus "damas".
Importante: no utilice fertilizantes nitrogenados durante el periodo de ataque de pulgones: hacen que las hojas sean más jugosas y atractivas para las plagas.
En lugar de eso, alimente los cultivos con ceniza: contiene potasio, que fortalece las paredes celulares. Los pulgones no podrán atravesar las hojas duras y abandonarán su zona.