Los jardineros experimentados no siempre están dispuestos a compartir sus secretos para obtener una cosecha de alta calidad en cantidades lujosas.
Lo mismo ocurre con un fertilizante para el cultivo de plántulas.
Pero como sabemos, tarde o temprano todo lo secreto queda claro.

Retardantes
Por más astutos que fueron los residentes de verano y guardaron silencio sobre el fertilizante que aumenta el rendimiento en un 30%, la información al respecto se convirtió en conocimiento público.
Vale la pena señalar que es eficaz específicamente para plántulas en apartamentos y casas.
Es decir, donde las dificultades para el crecimiento son causadas por altas temperaturas, baja humedad y falta de luz.
Los criterios enumerados ralentizan el crecimiento de las plantas. Sin embargo, el remedio mencionado proporciona plántulas fuertes, resistentes y con mayor productividad.
Estamos hablando de retardantes: sustancias sintéticas que controlan el crecimiento del tallo y estimulan el desarrollo de un sistema de raíces fuerte.
Gracias a los retardantes, las plantas no se estiran hacia arriba, lo que significa que son más estables.
Además, se minimiza el riesgo de enfermedades y se aumenta el rendimiento de los cultivos (entre un 20 y un 30 por ciento).
¿Qué y cómo es mejor alimentar?
Entre estos medicamentos, los expertos destacan “Atleta”, pero recomiendan seguir estrictamente las instrucciones.
Y dice que la dosis es la siguiente: para medio litro de tierra se necesitan 0,1 litro de solución.
Después del tratamiento, la planta no debe dejarse en lugares donde esté expuesta a la luz solar directa.
La temperatura del aire en la habitación donde está la planta no debe superar los 18-20 grados centígrados.
El tratamiento debe realizarse varias veces con intervalos de 5-8 días, a partir del momento en que aparezcan varias hojas verdaderas.
Después de la aplicación, las plántulas deben rociarse con agua 2-3 veces al día.
Una alternativa es el amoniaco.
Entre los remedios populares, el amoníaco se considera uno de los mejores fertilizantes para las plántulas.
Esto tiene sentido porque el amoníaco contiene nitrógeno, que estimula el crecimiento de las plantas.
La solución es sencilla: sólo necesitas una cucharadita de amoniaco por cada 10 litros de agua.
El riego debe realizarse desde las raíces para evitar dañar la planta.
Estos métodos te ayudarán a cultivar plántulas fuertes que se adaptarán fácilmente al suelo abierto y luego te deleitarán con una cosecha abundante y de alta calidad.