Si estás pensando en plantar cebollas de invierno, debes darte prisa: sólo te queda una semana.
Los veraneantes experimentados creen que en noviembre (incluso a principios de mes) ya no deberían plantar cultivos: la cosecha será de mala calidad.
Por lo tanto, vale la pena comenzar a plantar lo antes posible.
También vale la pena saber cómo aumentar los rendimientos mediante un sencillo truco.
¿Qué secreto vale la pena conocer?
En primer lugar, los residentes de verano experimentados, desde principios de otoño, eligen un sitio adecuado para plantar cebollas. No se debe humedecer demasiado. Es preferible que el suelo esté suelto.
Los antecesores de las cebollas deberían ser las legumbres, los tomates o las patatas. Además, desde principios de otoño, el suelo se enriquece con nutrientes.
Pero esto todavía puede no ser suficiente.
Por eso, en cada hoyo se coloca una pequeña cucharada de la “mezcla mágica”: estamos hablando de ceniza con polvo de cáscara de huevo. Ambos componentes se toman en cantidades iguales.
Si sigues este consejo, podrás obtener una cosecha de cebollas increíblemente rica.