Los jardineros buscan constantemente métodos eficaces de propagación de fresas para obtener una rica cosecha.
La propagación mediante la división de un arbusto es una de las formas más económicas de aumentar la cantidad de plantas en un sitio sin tener que comprar material de siembra costoso.
Ventajas de la propagación dividiendo el arbusto.
El método de división del arbusto permite obtener plántulas completamente idénticas a la planta madre, destaca Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación online BelNovosti, agrónoma y paisajista.
Los arbustos jóvenes conservan todas las características varietales y comienzan a dar frutos mucho antes que las plantas que crecen a partir de semillas. El método se caracteriza por su facilidad de ejecución y alta eficiencia.
Elegir la planta adecuada para la división.
La elección correcta del arbusto madre determina el éxito de la reproducción. La planta debe estar sana, sin signos de enfermedades o daños por plagas.
La edad óptima del arbusto uterino es de 2 a 3 años. Las plantas fuertes y bien desarrolladas producen descendencia más viable.
Momento óptimo para la división
El mejor momento para dividir los arbustos de fresa es a principios de primavera o finales de agosto o principios de septiembre.
En primavera, el procedimiento se lleva a cabo después de que el suelo se haya descongelado, pero antes del inicio del crecimiento activo. En otoño, la división se realiza un mes antes del inicio de las heladas, para que las plantas tengan tiempo de echar raíces.
Preparándose para el procedimiento de división.
Antes de dividir el arbusto, es necesario realizar un trabajo preparatorio. La planta madre se riega varias horas antes de excavar.
Los instrumentos se desinfectan para prevenir infecciones. Prepare nuevos sitios de plantación agregando los fertilizantes necesarios.
Técnica de división correcta
El arbusto se desentierra con cuidado, tratando de preservar la mayor cantidad posible del sistema de raíces. Se sacude cuidadosamente la tierra y se lavan las raíces.
Con un cuchillo afilado y desinfectado, divida la planta en partes, cada una de las cuales debe tener un sistema de raíces desarrollado y varias hojas. Las secciones están rociadas con ceniza de madera.
Plantar partes separadas
Las plantas jóvenes se plantan en camas preparadas. La profundidad de plantación debe corresponder a la ubicación del cuello de la raíz al nivel del suelo.
Después de la siembra realizar abundante riego. La distancia entre arbustos se mantiene al menos 30 centímetros para proporcionar suficiente espacio para el desarrollo.
Cuidando las plantas jóvenes
Las primeras semanas después de la división, las plantas requieren mayor atención. El riego regular ayuda a que el sistema radicular se recupere más rápido.
Si es necesario, organice la sombra del sol brillante. La eliminación oportuna de las malas hierbas y el aflojamiento del suelo contribuyen a una mejor supervivencia.
Posibles problemas y sus soluciones.
Los casos de división fallida se asocian con mayor frecuencia con tiempos incorrectos o violación de la tecnología.
Secar las raíces, plantar demasiado profundo o regar insuficientemente puede provocar la muerte de la planta. El estricto cumplimiento de las recomendaciones le permite evitar la mayoría de los problemas.
Signos de enraizamiento exitoso
Dos o tres semanas después de la siembra, se puede evaluar el éxito de la división. La aparición de hojas nuevas y el color verde intenso del follaje existente indican un enraizamiento exitoso.
Las plantas comienzan a crecer activamente, formando un arbusto fuerte que puede producir una buena cosecha la próxima temporada.