Los residentes de verano que desean agregar vegetación y así hacer que su sitio sea aún más hermoso a menudo piensan en plantar thuja.
Esta planta conífera tiene muchas ventajas: es sencilla, resistente a las heladas y la sequía y también es capaz de purificar el aire de sustancias nocivas.
Thuja es adecuada para diversos fines: crear setos, bordes y plantaciones individuales.
Pero antes de ir al vivero a recoger una plántula de tuya, debes familiarizarte con las reglas básicas para el cuidado de esta planta.
Por supuesto, necesita riego, fertilización y poda, pero hay algo más que todo jardinero debería hacer antes de la llegada del invierno.
Si acabas de adquirir una tuya joven, los dos primeros años después de la siembra debes dedicar tiempo a cubrirla.
Para ello en otoño, cuando el termómetro empiece a bajar de los cuatro grados centígrados, envuelva las coronas de arriba a abajo en agrofibra. La arpillera también funcionará; en ambos casos es necesario envolver la planta en 2-3 capas.
Para evitar que le pase algo a la protección, asegúrala con cuerda a lo largo de toda la altura de la planta.
Se permite refugiarse en primavera, cuando la nieve se ha derretido por completo.
Según los cultivadores experimentados, no es necesario cubrir los árboles maduros: toleran bien el invierno sin medidas adicionales.