Los arbustos de frambuesa deben estar preparados para la invernada para poder disfrutar de una buena cosecha en verano. Ofrecemos algunos consejos para ayudarle a hacer esto.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, científica agrónoma y paisajista, nos dijo qué hacer en tal situación.
Poda de frambuesas en otoño
Es necesario cortar todos los cogollos excepto los dos inferiores. Si dejas más brotes sin podar, los arbustos crecerán lentamente y darán pocos frutos.
Los propietarios que quieran obtener menos bayas, pero de un tamaño mucho mayor, deben podar los arbustos a un metro de altura.
Si dejas arbustos de 1,5 a 2 metros de tamaño y los doblas hacia el suelo, las frambuesas serán pequeñas, pero en grandes cantidades.
Poda de frambuesas en primavera.
Este método es adecuado para personas que viven en lugares donde los inviernos son bastante cálidos.
En este sentido, el suelo no se congela y la poda prematura de los arbustos puede provocar la aparición prematura de yemas en el rizoma.
Algunos propietarios podan la primavera siguiente, después de la primera cosecha. Además, en la primavera se puede examinar con mayor precisión la calidad de los brotes, cuáles de ellos están dañados, marchitos y débiles.
Al eliminar los brotes innecesarios, deben quedar troncos nuevos y gruesos, que tienen una altura de 10 a 20 cm. Es necesario mantener una distancia entre los arbustos de 60 cm.
Abundante riego y humectación de arbustos.
Un buen riego y humectación asegurarán una cosecha abundante de frambuesas y protegerán los arbustos para que no se sequen.
Quitar las hojas de los arbustos en otoño.
Al quitar las hojas, hay que tener mucho cuidado de no dañar los cogollos de frambuesa.
Es imperativo quitar las hojas, ya que pueden pudrirse y crear humedad innecesaria cerca de los arbustos.
Luego debes doblar las frambuesas hacia el suelo, preferiblemente por debajo de 50 cm, y asegurarlas con alambre. Esto ayudará a que las frambuesas no se congelen bajo la capa de nieve.