Los propietarios de tierras saben que los chibouks se utilizan para cultivar uvas. A los chubuki también se les llama esquejes germinados.
A la hora de preparar esquejes, un aspecto importante es el momento de la operación. Se prepara en otoño, dos semanas después de que haya caído la mayor parte de las hojas de parra, pero aún no han llegado las primeras heladas.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, científica agrónoma y paisajista, nos explicó cómo hacer lo correcto.
El procedimiento debe realizarse durante el período de poda de sarmientos. Esto se debe a que a finales de otoño los arbustos de uva se enriquecen con nutrientes.
La vid con la que se elaborarán los esquejes deberá ser de las mejores variedades de uva, en función de sus características gustativas y de calidad.
Debe tener un color marrón, un espesor de 8 a 12 mm y un entrenudo de 10 cm. Un criterio obligatorio es la madurez de los arbustos, la ausencia de enfermedades y plagas.
La vid debe estar lisa, sin daños y tener de dos a cuatro yemas por corte. Es necesario hacer surcos con un objeto punzante a los lados de las ramas plantadas.
Un esqueje de uva puede considerarse de alta calidad si:
• Sólido;
• No tiene daños;
• No tiene manchas extrañas;
• Tiene un color marrón;
• El corte es verde;
• No excede las dimensiones requeridas.
Los esquejes de uva recolectados se someten a un proceso de clasificación y procesamiento. Su procesamiento consiste en:
1. Humedecer completamente en agua;
2. Uso de sulfato de cobre al 5% para la prevención de plagas;
3. Secado;
4. Clasificación;
5. Distribución y atado en fardos;
6. Envolver con film plástico.
Recuerde que para un almacenamiento eficaz de los esquejes germinados es necesario observar las condiciones de temperatura durante todo el período invernal.
No se permite superar la temperatura en más de 5 ° C y la aparición de humedad excesiva en la habitación.