Los árboles frutales de hueso difieren en sus necesidades de cuidado. Requieren más atención en cuanto a alimentación y poda.
En cuanto a la poda, suele planificarse para la primavera. Aunque sería mejor en otoño.
Los veraneantes experimentados hablaron sobre cómo podar cerezas y ciruelas, albaricoques y otras frutas de hueso en septiembre.
¿Por qué en otoño?
Los árboles frutales de hueso se podan en otoño para prepararse no tanto para la nueva temporada como para el invierno.
La poda se realiza según un patrón determinado.
Esquema de recorte
1. Se realiza poda sanitaria, que es mejor planificar para septiembre, y si el otoño es cálido, se puede realizar en octubre.
2. Corta las ramas en un ángulo de 45 grados.
3. Además de los brotes enfermos y dañados, retire todas las ramas que crecen dentro de la copa y cuelgan hasta el suelo.
4. Se retiran los brotes tiernos del tronco y las horquillas.
5. La poda estacional permite eliminar no más de 1/3 del volumen total de ramas.
Si es necesaria una poda a gran escala, conviene dividirla en varias etapas.
De lo contrario, el procedimiento puede causar un estrés severo al árbol.