Para que la cosecha de tomate no corra riesgo, las hortalizas deben recibir todos los nutrientes necesarios.
Uno de los más importantes es el boro.
Sin embargo, su deficiencia debe identificarse de manera oportuna. De lo contrario, los tomates se desarrollarán muy mal debido a la falta de sustancia.
¿Qué señales ayudarán a determinar si hay un problema?
En primer lugar, debes prestar atención a las propias plantas. Con falta de boro, las puntas empiezan a verse mal. Esta parte de las plantas se seca.
Sin embargo, los brotes restantes pueden parecer bastante normales.
Si hay falta de boro en el momento de la floración, las inflorescencias se caerán en grandes cantidades. Debido a esto, puedes perder la cosecha en una etapa muy temprana.
Además, las plantas mismas comienzan a verse diferentes. El color del follaje y los tallos ya no es tan brillante: los tomates se vuelven de color verde claro.
Si se produce una falta de boro durante el período de fructificación, pueden aparecer manchas en los propios tomates.
Cualquier fertilizante a base de boro puede salvar la situación.