Para obtener la cosecha de pepinos lo antes posible, se cultivan en invernadero.
Allí se crea un microclima favorable para este cultivo de hortalizas, por lo que el crecimiento y la fructificación se producen de forma mucho más intensa.
El único inconveniente es que a veces el sabor de los pepinos de invernadero puede ser amargo. Esto sucede por varias razones.
Causas de la amargura
Si los pepinos de invernadero comienzan a tener un sabor amargo, lo más probable es que se hayan cometido errores al seguir las reglas de la tecnología agrícola.
Las posibles causas del amargor son las siguientes.
• Riego insuficiente.
• Violación del régimen de iluminación.
• Aplicación incorrecta de fertilizantes o falta total de fertilización.
• Estrés.
• Características de la variedad.
Cabe destacar que la presencia de amargor en el sabor puede verse influenciada por una o varias razones al mismo tiempo.
Métodos para resolver el problema.
Para eliminar el sabor amargo, es necesario normalizar el cumplimiento de las reglas de la tecnología agrícola.
Es necesario tomar medidas destinadas a eliminar errores.
El régimen de riego debe normalizarse. Esta cuestión debe centrarse en el estado del suelo.
El exceso de humedad provocará enfermedades fúngicas. Su deficiencia se manifiesta por amargor, así como por sequedad de la pulpa del pepino.
Para el riego conviene utilizar agua sedimentada a temperatura ambiente.
Los pepinos deben cultivarse en un área que reciba luz solar directa durante el día.
La fertilización debe distribuirse uniformemente a lo largo de la temporada.
También conviene evitar situaciones estresantes, por ejemplo, exponer los pepinos a una sequía prolongada o falta de ventilación en el invernadero.
Es necesario elegir variedades dulces de pepinos.
Si sigues estas sencillas recomendaciones, los pepinos de invernadero siempre serán dulces, jugosos y aromáticos.