Muchos agricultores expresan su preocupación porque las cebollas que cultivan han comenzado a florecer.
No es de extrañar: en este caso, no se puede contar con una buena cosecha, porque las plantas comienzan a gastar todos sus recursos en formar inflorescencias y producir semillas.
Como resultado, la cebolla deja de crecer y, en algunos casos, incluso comienza a secarse; una cebolla así no durará mucho.
Averigüemos qué se puede hacer para salvar la cosecha.
Los jardineros experimentados en tal situación recomiendan cortar todas las flechas. El corte debe hacerse bajo, en el mismo cuello del bulbo.
Por supuesto, los tallos de las flores volverán a aparecer, así que esté atento y siga cortándolos.
Vale la pena estar atento a los parterres y las flechas hasta que llegue el momento de cosechar.
Si continúa eliminando las flechas emergentes de manera oportuna, los bulbos crecerán grandes o al menos de tamaño mediano, lo que reducirá las pérdidas de cultivos.
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