En julio, los pepinos dan frutos activamente, por lo que las plantas requieren atención especial y nutrición adicional.
Para obtener una cosecha abundante y frutos grandes y jugosos, es importante saber qué y cómo alimentar a los pepinos durante este período.
Los jardineros experimentados saben que una nutrición adecuada de las plantas es la clave para su salud y su alta productividad.
Fertilizantes nitrogenados: estimulación del crecimiento.
El nitrógeno juega un papel importante en el crecimiento y desarrollo de los pepinos. Especialmente durante la fructificación, este elemento ayuda a formar una masa verde, que proporciona a la planta los nutrientes necesarios para un pleno desarrollo y una rica cosecha.
El nitrato de amonio o la urea pueden ser una buena opción para la alimentación. Estos fertilizantes se disuelven fácilmente en agua y las plantas los absorben rápidamente.
Suplementos de potasio: mejorando el sabor y la calidad de las frutas
El potasio juega un papel clave en la formación de frutos y en la mejora de su sabor. Ayuda a aumentar el contenido de azúcar en las frutas, haciéndolas más dulces y jugosas.
Para la fertilización con potasio, puede utilizar sulfato de potasio o ceniza de madera.
Además, estos fertilizantes ayudan a fortalecer la inmunidad de las plantas, lo que aumenta su resistencia a enfermedades y plagas.
Fertilizantes de fósforo: apoyo del sistema radicular.
El fósforo es necesario para el desarrollo del sistema radicular y la mejora de los procesos metabólicos de la planta.
Durante el período de fructificación, los pepinos necesitan fósforo para asegurar un crecimiento y desarrollo estables de la fruta. El superfosfato es un excelente fertilizante de fósforo que se puede aplicar tanto en seco como en forma de solución. Este fertilizante ayuda a fortalecer las raíces y aumentar la productividad.
Fertilizantes orgánicos: estimulantes naturales del crecimiento.
Los fertilizantes orgánicos son una excelente opción para alimentar a los pepinos durante el período de fructificación. No sólo aportan a las plantas los nutrientes necesarios, sino que también mejoran la estructura del suelo.
El abono, el humus o la infusión de gordolobo pueden ser buenas opciones. Estos estimulantes naturales del crecimiento ayudan a aumentar los rendimientos y mejorar la calidad de la fruta sin riesgo de sobresaturar el suelo con elementos químicos.
Microelementos: equilibrio y desarrollo armonioso.
Para su pleno crecimiento y fructificación, los pepinos no solo necesitan macroelementos, sino también microelementos. El hierro, el magnesio, el boro y el zinc desempeñan un papel importante en los procesos metabólicos y en el mantenimiento de la salud de las plantas.
Para proporcionar microelementos a los pepinos, puede utilizar fertilizantes complejos especiales o soluciones de microelementos. Estos suplementos ayudarán a evitar carencias de micronutrientes y mejorarán el estado general de las plantas.
Riego y acolchado: mantener una humedad óptima
El riego regular es una de las principales condiciones para que los pepinos fructifiquen con éxito. Es importante mantener la tierra húmeda pero no sobresaturada de agua para evitar la pudrición de las raíces.
El riego debe ser regular y abundante, especialmente en los días calurosos. El mantillo ayudará a retener la humedad en el suelo y evitará que se seque. Puede utilizar paja, recortes de césped o abono como mantillo.
El uso de remedios caseros: métodos seguros y eficaces.
Los remedios caseros también pueden ser útiles para alimentar con pepinos. La infusión de ortiga, por ejemplo, es rica en nitrógeno y microelementos, lo que la convierte en un excelente fertilizante natural.
La ceniza de la quema de madera contiene potasio y fósforo, que son necesarios para la fructificación. El uso de estos productos le permite evitar los aditivos químicos y mantener la salud de las plantas de forma natural.
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