La fase de brotación de la patata es un período clave en el que se sientan las bases de la futura cosecha.
En este momento, las plantas necesitan especialmente nutrientes para formar tallos fuertes, follaje exuberante y, lo más importante, un potente sistema de raíces con numerosos tubérculos.
Una alimentación adecuada durante este período puede ser la clave para obtener una cosecha rica que supere todas las expectativas incluso de los jardineros más experimentados.
La importancia de abonar en la fase de brotación
El período de brotación se caracteriza por el crecimiento activo de la parte aérea de la papa y el comienzo de la formación de tubérculos. En este momento, las plantas experimentan una mayor necesidad de nutrientes, especialmente nitrógeno, fósforo y potasio.
Una alimentación oportuna y equilibrada ayudará a las patatas a desarrollar su potencial y sentar las bases para una cosecha abundante.
Fertilizantes minerales complejos
El uso de fertilizantes minerales complejos es una de las formas más efectivas de proporcionar a las patatas todos los elementos necesarios.
Los fertilizantes con una proporción NPK de 1:2:2 o 1:1:1 son ideales para la alimentación durante la fase de brotación. Aportan a las plantas nitrógeno para el crecimiento de la masa verde, fósforo para el desarrollo del sistema radicular y potasio para la formación de tubérculos.
Fertilizantes organicos
Para los partidarios de la agricultura ecológica, las infusiones de gordolobo o excrementos de pájaro son una excelente opción.
Estos fertilizantes naturales son ricos en nitrógeno y otros microelementos. La infusión de gordolobo se prepara en una proporción de 1:10 y excrementos de pájaros, 1:20. Antes de su uso, la solución debe filtrarse y diluirse con agua en una proporción de 1:10.
Fertilizante de ceniza
La ceniza de madera es un verdadero tesoro para las patatas. Rica en potasio y fósforo, favorece la formación de tubérculos grandes y sanos.
La ceniza se puede aplicar seca, esparciendo 1-2 cucharadas debajo de cada arbusto, o en forma de solución acuosa (200 g de ceniza por 10 litros de agua).
Alimentación con ácido bórico.
El boro juega un papel importante en el proceso de floración y formación de tubérculos. Una solución de ácido bórico (2 g por 10 litros de agua) ayuda a mejorar la polinización de las flores y previene el agrietamiento de los tubérculos. Esta solución es especialmente eficaz en climas secos.
Suplemento de magnesio
El magnesio es necesario para la fotosíntesis y la formación de almidón en los tubérculos. Fertilizar con sulfato de magnesio (20-25 g por 10 litros de agua) ayudará a prevenir el amarilleo de las hojas y mejorará el sabor de las patatas.
Fertilizantes de fósforo y potasio.
Durante la fase de brotación, es importante no sobrealimentar las patatas con nitrógeno para evitar un crecimiento excesivo de las puntas en detrimento de la tuberización. Se debe hacer hincapié en los fertilizantes de fósforo y potasio, que favorecen la formación y el crecimiento de los tubérculos.
Microelementos
El uso de microelementos en forma quelada puede aumentar significativamente el rendimiento de la patata.
Las preparaciones complejas que contienen hierro, manganeso, zinc y cobre ayudan a las plantas a absorber mejor los nutrientes esenciales y aumentar su resistencia a las enfermedades.
Métodos de fertilización.
La fertilización se puede aplicar tanto por vía radicular como foliar. La alimentación de raíces es más eficaz, pero requiere precaución para no dañar el sistema de raíces.
La alimentación foliar (pulverización foliar) le permite suministrar nutrientes rápidamente a las plantas y es especialmente útil para las deficiencias de micronutrientes.
Frecuencia de alimentación
En la fase de brotación, basta con realizar 1-2 tomas con un intervalo de 10-14 días. Es importante no utilizar demasiado fertilizante, ya que el exceso de nutrientes puede ralentizar la maduración de los tubérculos y reducir su calidad.
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