El tizón tardío es una pesadilla para muchos residentes de verano, ya que esta enfermedad puede anular todos los esfuerzos realizados en el cultivo de tomates.
Para combatir la enfermedad se pueden utilizar productos químicos, pero si no los encuentra en una tienda especializada, intente utilizar métodos tradicionales.
Aerosoles de ajo
Los jardineros experimentados afirman que la fumigación regular con infusión de ajo previene el tizón tardío. Probablemente, como resultado de tales manipulaciones, las esporas del tizón tardío mueren.
Para preparar la infusión de ajo, tomar 1,5 tazas de ajo picado y 10 litros de agua. Dejar reposar el ajo en agua durante un día, luego colar y añadir un poco de permanganato de potasio hasta obtener una solución de color rosa claro.
Trate las plantas cuando aparezcan los primeros ovarios y luego repita el procedimiento cada 10 a 14 días.
Rociar con kéfir
La naturaleza de este tratamiento es bastante preventiva: los tomates deben rociarse por primera vez 10 días después de su siembra en un lugar permanente, y luego el procedimiento debe repetirse cada 15 días, hasta que llegue el momento de la cosecha.
Para preparar una solución para pulverizar, deberá verter un litro de kéfir (bajo en grasa) en un balde de 10 litros y llenar el recipiente hasta arriba con agua.
Después de eso, agregue 20 gotas de yodo y, después de mezclar, puede comenzar a procesar los tomates.
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