Todo jardinero sueña con una rica cosecha de frutos grandes y jugosos. ¿Cómo lograr esto? La respuesta está en una fertilización adecuada y en la protección contra las plagas, en particular las babosas.
Composición básica del fertilizante.
En primer lugar, es importante comprender qué requieren los tomates en términos de nutrición. Los tomates prefieren fertilizantes con alto contenido de fósforo y potasio, que promueven el desarrollo de las raíces y la formación de frutos.
El nitrógeno también es importante en las primeras etapas de crecimiento, pero demasiado puede provocar un crecimiento verde en detrimento de la fruta.
Abono y humus
Empecemos por lo básico: el compost y el humus mejoran la estructura del suelo y favorecen la retención de humedad.
ceniza de madera
La ceniza de madera es una excelente fuente de potasio y oligoelementos. Además de sus propiedades nutricionales, la ceniza sirve como repelente natural de babosas debido a sus propiedades secas y alcalinas.
Cáscara de huevo
Las cáscaras de huevo trituradas no sólo añaden calcio al suelo, previniendo enfermedades como la pudrición de la flor del tomate, sino que también pueden repeler las babosas con sus bordes afilados.
posos de cafe
Los residuos del café son un excelente fertilizante que enriquece el suelo con nitrógeno. Además, la cafeína puede repeler las babosas y otras plagas.
Malla de alambre de cobre
Aunque no es un fertilizante, el alambre de cobre colocado alrededor de los lechos de tomates puede repeler a las babosas ya que el cobre reacciona con su moco y las hace sentir desagradables.
Infusión de hierbas y pimienta
Una solución de ajo, ortiga y pimiento picante puede servir no solo como aderezo, sino también para repeler babosas y plagas de insectos.
Entonces, ¿cómo hacer un fertilizante universal?
Mezcle abono con ceniza de madera y agregue cáscaras de huevo trituradas. Utilice esta mezcla al plantar tomates y también como aderezo durante la temporada de crecimiento.
Además, use posos de café alrededor de la base de las plantas y coloque alambre de cobre o una tira de conchas trituradas alrededor de las camas. No olvides rociar periódicamente las plantas con una infusión de hierbas y pimienta para repeler las plagas.
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