Cultivar tomates a partir de plántulas es un proceso responsable que requiere atención y conocimiento.
Una de las etapas clave es la recolección, cuando las plantas se trasplantan a contenedores más grandes.
La experta de la publicación en línea BelNovosti Anastasia Kovrizhnykh , agrónoma y paisajista, nos dijo qué hacer en tal situación.
Enterrar las plántulas de tomate durante la recolección juega un papel importante en el desarrollo del sistema radicular y el fortalecimiento del tallo.
La correcta ejecución de esta etapa garantiza arbustos sanos y productivos en el futuro.
¿Por qué enterrar las plántulas de tomate?
Enterrar plántulas de tomate promueve el desarrollo de un sistema de raíces fuerte. Al trasplantar, las plantas se entierran hasta las primeras hojas verdaderas, lo que permite la formación de raíces adicionales en la parte enterrada del tallo.
Esto fortalece la planta, haciéndola más resistente a condiciones adversas y aumentando su capacidad para absorber agua y nutrientes. Las plantas con un sistema de raíces desarrollado se adaptan más rápido a una nueva ubicación y toleran mejor la replantación.
Preparándose para una elección
Antes de empezar a recoger, es importante preparar todos los materiales y herramientas necesarios. Necesitará macetas o cajas separadas con orificios de drenaje, mezcla de tierra, agua y herramientas para replantar.
El suelo debe prepararse con antelación, asegurando su fertilidad y soltura. Debe consistir en una mezcla de turba, arena y humus, que proporcionará las condiciones óptimas para el crecimiento de las raíces.
Las plántulas se riegan varias horas antes de recogerlas para que sea más fácil sacarlas del suelo. Es importante actuar con cuidado para no dañar las raíces y tallos de las plantas jóvenes. Cada plántula debe retirarse con un terrón de tierra para minimizar el estrés de la planta.
Técnica para profundizar plántulas.
Al recolectar, las plántulas de tomate se entierran hasta las primeras hojas verdaderas. Para hacer esto, haga una depresión en la maceta o caja preparada suficiente para acomodar las raíces y parte del tallo. La planta se coloca con cuidado en el hoyo, enderezando las raíces y se cubre con tierra.
Excavar hasta las primeras hojas estimula la formación de raíces adicionales, lo que contribuye a un mejor enraizamiento y crecimiento de la planta.
Es importante asegurarse de que la tierra alrededor del tallo esté bien compactada, pero no demasiado, para no dañar las raíces. Después de plantar, las plantas deben regarse generosamente para asentar el suelo y asegurar un buen contacto de las raíces con el suelo. El riego también ayuda a eliminar las bolsas de aire en el suelo.
Cuidados después de recoger
Después de la recolección, las plántulas de tomate requieren cuidados especiales para un rápido enraizamiento y adaptación a nuevas condiciones.
Durante los primeros días, las plantas deben mantenerse en sombra parcial para evitar el estrés causado por la luz brillante. La temperatura debe mantenerse entre 18 y 20 °C para estimular el crecimiento de las raíces. El riego se realiza a medida que se seca la capa superior del suelo, evitando tanto la desecación como el encharcamiento.
Para mejorar el enraizamiento, puedes utilizar estimulantes del crecimiento que ayuden a las plantas a adaptarse más rápido.
La fertilización comienza dos semanas después de la recolección, utilizando una solución débil de fertilizantes complejos. Es importante mantener un equilibrio de nutrientes para evitar la sobrealimentación y el deterioro de las plantas.
Posibles errores y su eliminación.
Uno de los errores más comunes a la hora de recolectar es la profundidad insuficiente de las plantas. Como resultado, el sistema de raíces se desarrolla mal y las plantas se vuelven menos resistentes. Además, el error puede estar en una profundización excesiva, cuando están enterradas más que hasta las primeras hojas, lo que puede provocar la pudrición del tallo.
Es importante vigilar la calidad del suelo y evitar el uso de suelos arcillosos pesados que no dejan pasar bien el aire y el agua. Si el suelo es demasiado denso, las plantas pueden sufrir falta de oxígeno. En este caso se recomienda añadir arena o perlita para mejorar la aireación.
Beneficios de un entierro adecuado
El entierro adecuado de las plántulas de tomate durante la recolección ofrece una serie de ventajas. En primer lugar, favorece el desarrollo de un potente sistema radicular, lo que mejora la resistencia de la planta a condiciones adversas.
En segundo lugar, las plantas fortalecidas se adaptan más rápidamente a la replantación y son menos susceptibles a enfermedades y plagas. En tercer lugar, una profundización adecuada permite obtener frutos más grandes y mejores.
Las raíces fuertes proporcionan una mejor nutrición a las plantas, lo que tiene un efecto positivo en su crecimiento y productividad.
El cuidado adecuado y la profundización oportuna contribuyen al desarrollo saludable de las plantas y permiten obtener un alto rendimiento de tomates sabrosos y jugosos.
Anteriormente te contamos cómo no plantar plántulas de tomate en campo abierto.