Después de la recolección, las plántulas de tomate necesitan alimentación adicional, especialmente si crecen en suelos pobres o en un pequeño terrón de tierra.
En este caso, los jardineros experimentados recurren al uso de una composición simple que, sin embargo, da resultados sorprendentes.
Después de aplicar este fertilizante, los tallos de las plantas se vuelven regordetes y las hojas adquieren un color esmeralda.
El fertilizante consta de dos componentes: piel de plátano y azúcar.
Cortar en trozos la piel que queda después de comer un plátano y dejar en 1 litro de agua durante 3 días.
Después del período de tiempo especificado, se debe filtrar la infusión.
En esta etapa se agrega azúcar, de la cual solo se necesita 1 cucharadita.
Todo lo que queda es mezclar bien la composición de nutrientes para que los cristales de azúcar se disuelvan sin dejar rastro y regar las plántulas; se necesitan 2-3 cucharadas para 1 planta.
Anteriormente, el experto contó qué se puede plantar junto a las cerezas y qué no.