Los residentes de verano experimentados nunca comienzan a cultivar plántulas de tomate demasiado pronto, ya que son conscientes de los posibles problemas con las plantas alargadas y su peor tasa de supervivencia en comparación con las plantadas a tiempo.
Surge la pregunta: ¿cuándo conviene empezar a sembrar para poder completar a tiempo las tareas del jardín?
Según cultivadores experimentados, el cultivo de plántulas de tomate lleva 22 días. Es cierto que para conservarlo durante 3 semanas, deberá seguir varias reglas.
Modo de luz
Un aspecto importante a la hora de cultivar tomates es el régimen de iluminación. La energía solar juega un papel clave en el proceso de fotosíntesis, que es necesaria para el crecimiento de las plantas. Por lo tanto, para acelerar el crecimiento de los tomates, bríndeles una iluminación adecuada.
A medida que aparecen los bucles de las plántulas de tomate, las horas de luz deben ser exactamente 22 horas. No se recomienda la iluminación suplementaria de las plántulas durante 24 horas, ya que las plantas también requieren un período de oscuridad para que ocurran ciertos procesos. Este régimen de luz debería durar unos 3 días, tiempo durante el cual todas las semillas deberían germinar.
Después de que aparecen las dos primeras hojas, los tomates deben iluminarse durante 20 horas, normalmente 3 días. La temperatura óptima en esta etapa es de 22 a 24 grados.
Después de que aparecen 6-7 hojas, las horas de luz se reducen a 18 horas.
Luego, las plántulas deben trasladarse a 16 horas de luz solar antes de plantarlas en campo abierto.
El nivel de iluminación debe ser de unos 50 W por metro cuadrado.
Tratamiento previo a la siembra
Antes de sembrar semillas, es importante tomar medidas para prevenir enfermedades que pueden ralentizar el crecimiento de las plántulas o incluso provocar su muerte. Uno de los métodos de prevención es enriquecer el suelo con productos biológicos que contengan Trichoderma.
Las semillas también deben tratarse, por ejemplo, con una solución de permanganato de potasio.
Si sigues las reglas, en unos 22 días tendrás plantas fuertes y sanas listas para trasplantar. Las plántulas serán bajas y robustas, con raíces bien desarrolladas: justo lo que necesitas.
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