Cultivar fresas puede parecer un proceso complicado, pero si sigues algunas reglas simples, el esfuerzo dará sus frutos y seguramente obtendrás una excelente cosecha.
En este artículo, la experta de la publicación BelNovosti, la científica agrónoma y paisajista Anastasia Kovrizhnykh habló sobre cuatro reglas básicas que le ayudarán a disfrutar de bayas sabrosas y aromáticas cada año.
Actualice su jardín de bayas con regularidad
Las fresas, a diferencia de las frambuesas y las grosellas, no pueden crecer en un solo lugar durante muchos años sin renovarse. Es necesario replantarlo y cuidarlo constantemente para poder recibir una cosecha abundante cada año.
En los primeros dos o tres años después de la siembra, las bayas son grandes y sabrosas. Pero después de 3-4 años se vuelven más pequeños y pierden su sabor. Por lo tanto, después de tres años de fructificación, es mejor reemplazar el lecho de fresas por uno nuevo, colocado en otra área y plantado con zarcillos con raíces de plantas sanas.
Cubra sus fresas
En otoño, se puede agregar abono a los arbustos de fresa, lo que ayuda a proteger las raíces de la congelación en invierno y proporciona nutrientes a las plantas en primavera.
En primavera, tiene sentido cubrir el lecho del jardín con paja, que retiene la humedad, previene el crecimiento de malezas y protege las bayas de la suciedad, y en verano, con pasto cortado, que se convertirá en una fuente adicional de nutrición.
No ignores los tratamientos preventivos
Los tratamientos preventivos salvarán a las fresas de los gorgojos, la pudrición y las manchas.
Para ello, en primavera puedes utilizar una mezcla de tanque de 50 ml de caldo de Burdeos y 10 ml de Fitoverma.
Riega las fresas
El riego debe ser regular y abundante para mojar completamente las raíces, no solo con el calor (durante este período conviene humedecer el suelo cada 3-4 días), sino también después de la cosecha.
Anteriormente, el experto compartió un esquema de plantación de fresas que utilizan los jardineros experimentados.