Al cultivar plántulas de tomate, así como cualquier otro cultivo, el suelo juega un papel clave.
Los residentes de verano experimentados no recomiendan utilizar suelos comprados para este propósito.
Al plantar semillas de tomate, utilice una fórmula de fertilizante que contenga nitrógeno, fósforo y potasio.
El nitrógeno favorece el desarrollo de la masa verde y el fósforo y el potasio afectan el crecimiento de las raíces.
Como resultado, no tendrá que alimentar las plántulas y las plántulas crecerán fuertes con un sistema de raíces bien desarrollado.
Además, para conseguir troncos fuertes con hojas verdes y raíces desarrolladas, puedes añadir al suelo humus o excrementos de pájaros.
Como alternativa, utilice cenizas de madera, que son ricas en minerales y oligoelementos necesarios para el crecimiento de las plantas.
Todos estos aditivos deben mezclarse bien con la tierra antes de sembrar las semillas. Esto proporcionará a las plántulas los nutrientes necesarios y las ayudará a crecer sanas y fuertes.
Anteriormente, el experto contó cómo evitar la formación de flores estériles en los pepinos.