Un invernadero suele ser una “habitación” pequeña y cerrada diseñada para cultivar más vegetación amante del calor.
Por lo general, los mismos cultivos se plantan en invernaderos y, con el tiempo, esto conduce a uno de los problemas más importantes en jardinería: el suelo comienza a agotarse rápidamente.
La experta de la publicación en línea BelNovosti Anastasia Kovrizhnykh , agrónoma y paisajista, nos dijo cuándo cambiar el suelo en un invernadero.
Es bastante fácil notar el deterioro en la calidad del suelo del invernadero; para hacer esto, solo necesita monitorear la abundancia de su cosecha y, en base a esto, sacar las conclusiones adecuadas.
En pocas palabras, si nota que la cosecha en el invernadero ha empeorado en comparación con la temporada anterior, esto indica una disminución en la cantidad de nutrientes en el suelo.
Además, otros signos notables ayudarán a comprender el deterioro de la fertilidad del suelo. Por ejemplo, el control de plagas y enfermedades se ha vuelto más difícil y la capa superior del suelo se ha vuelto más compacta. ¡Todo esto sugiere que es hora de cambiar el suelo de su invernadero por uno nuevo!
Si se dedica exclusivamente al cultivo de tomates y pepinos en un invernadero, se recomienda reemplazar la capa fértil cada dos o tres años. Este procedimiento ayudará a que la cosecha sea mucho más abundante y también simplificará el cuidado de las plantas.
Cuando decida cambiar la tierra de su invernadero, asegúrese de lavar bien la tierra y desinfectar todo el invernadero primero. Los científicos han descubierto que la temperatura óptima del aire durante el procedimiento de reemplazo del suelo es + 10... + 15 grados Celsius.
El proceso de reemplazo del suelo ocurre de la siguiente manera: la capa de suelo vieja y agotada se elimina a una profundidad de aproximadamente una pala de bayoneta, luego las depresiones resultantes se llenan con una nueva porción de suelo.
Para reemplazar la tierra vieja e infértil del invernadero, no es necesario comprar tierra nueva, ya que puede reemplazarla con tierra negra común del jardín. Para mejorar la calidad del suelo nuevo, se recomienda agregarle una pequeña cantidad de arena o compost.
Como medida preventiva para mantener la fertilidad del suelo en un invernadero, también puedes tratarlo con fitosporina. Además, a veces se puede plantar el suelo con abono verde.
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