Muchos amantes de las plantas de interior sueñan con cultivar su propia mandarina a partir de una semilla.
Esto no sólo decorará el interior, sino que también proporcionará frutas aromáticas y sabrosas. Pero, ¿cómo cultivar una mandarina a partir de una semilla en un clima templado? ¡Es más fácil de lo que pensabas!
La experta de la publicación en línea BelNovosti Anastasia Kovrizhnykh, científica agrónoma y paisajista, explicó cómo cultivar mandarinas.
En primer lugar, debes elegir semillas de calidad. Las semillas más preferidas son las semillas de mandarina de variedades híbridas, que tienen una alta germinación, se desarrollan más rápido, florecen temprano y producen frutos comestibles. Los huesos deben estar intactos, gruesos y sin daños.
Brotando una semilla
Entonces necesitas hacer brotar la semilla. Para ello, envuélvalo en una gasa húmeda o una servilleta y colóquelo en un lugar cálido durante varios días. Verifique el contenido de humedad de la tela y espere a que aparezca el lomo.
Plantar una semilla en una maceta
Después de esto, planta la semilla en una maceta con tierra nutritiva. El suelo debe ser neutro o ligeramente ácido, sin turba.
Puedes comprar un sustrato especial para cítricos o hacerlo tú mismo a partir de humus, tierra de bosque y arena. La maceta debe ser pequeña, con orificios de drenaje.
Coloque la semilla en la superficie del suelo y presiónela ligeramente. Cubrir con una fina capa de tierra y humedecer con un atomizador. Cubre la maceta con una bolsa de plástico o un tarro de cristal y colócala en un lugar luminoso y sin luz solar directa.
La aparición de brotes.
Mantenga la tierra húmeda y ventile la maceta todos los días. Después de 2 a 4 semanas, deberían aparecer los primeros brotes. Cuando alcancen los 5-10 cm, retira la tapa y mueve la maceta a una ventana hacia el sur.
Cuidado de mandarina
Ahora tu mandarina necesita cuidados regulares. Riégala moderadamente, evitando que se seque o se estanque el agua.
Rocía las hojas con agua tibia o coloca la maceta sobre una bandeja con piedras húmedas. Alimente la planta dos veces al mes con un fertilizante cítrico completo.
Trasplante y formación de corona.
Vuelva a plantar la mandarina cada año en una maceta más grande con tierra nueva. Forme la corona recortando o pellizcando las puntas de los brotes después de la quinta hoja. Proteger la planta de plagas y enfermedades. Si es necesario, trate la planta con insecticida o remedios caseros.
Floración y fructificación
Para que la mandarina florezca y dé frutos, es necesario crear las condiciones óptimas. En la estación cálida, lleve la maceta al balcón o al jardín, pero evite corrientes de aire y cambios bruscos de temperatura.
En invierno, retire la planta de los radiadores y bríndele suficiente iluminación. También puedes estimular la floración con fármacos hormonales.
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