Una de las características de una orquídea es la presencia de raíces aéreas que pueden salir de la maceta y crecer en diferentes direcciones. ¿Por qué son necesarios y cómo manejarlos?
Anastasia Kovrizhnykh , experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, habló sobre el cuidado de las raíces de las orquídeas.
¿Por qué una orquídea necesita raíces aéreas?
Las raíces aéreas de una orquídea son una forma de adaptarse a las condiciones ambientales. En la naturaleza, las orquídeas crecen en los árboles y reciben humedad y nutrientes del aire.
Las raíces aéreas les ayudan a anclarse para sostener y absorber la humedad y el oxígeno.
En casa, las raíces aéreas también realizan estas funciones y también sirven como indicador del estado de la planta.
Por el color, el grosor y el contenido de humedad de las raíces aéreas, se puede determinar si la orquídea necesita riego, fertilización o replantación.
Cómo cuidar las raíces aéreas de las orquídeas.
No es necesario quitar, recortar ni esconder las raíces aéreas de la orquídea en una maceta, ya que esto puede dañar la planta. Siga algunas reglas para el cuidado de las raíces.
Mantenga un nivel óptimo de humedad del aire en la habitación donde crece la orquídea.
La humedad debe ser de al menos 50-60%; para ello, puede utilizar humidificadores o colocar la maceta de orquídeas en una bandeja con arcilla expandida húmeda.
Riega la orquídea según sea necesario, evitando encharcar o secar el sustrato.
Riega la orquídea por la mañana para que las raíces aéreas tengan tiempo de secarse al anochecer y no se pudran. Riega la orquídea bajo el grifo o sumerge la maceta en agua durante unos minutos para que las raíces aéreas también se saturen de humedad.
Para un crecimiento saludable y una floración abundante, las orquídeas necesitan nutrientes especiales que contengan nitrógeno, fósforo, potasio y muchos oligoelementos.
Durante los períodos de crecimiento activo y floración, se recomienda fertilizar las orquídeas cada dos semanas. Los fertilizantes deben diluirse en agua, siguiendo estrictamente las instrucciones adjuntas. Al alimentar, humedezca también las raíces aéreas para que reciban nutrición.
Trasplante su orquídea según sea necesario cuando el sustrato se vuelva demasiado denso, ácido o contaminado.
Vuelva a plantar la orquídea en una maceta transparente que permita que la luz penetre hasta las raíces aéreas.
Elija una maceta que sea del tamaño del sistema de raíces, ni demasiado grande ni pequeña.
Utilice un sustrato especial para orquídeas compuesto por corteza de pino, musgo, vermiculita y otros materiales de drenaje.
Al trasplantar, libere con cuidado las raíces del sustrato viejo, elimine las raíces dañadas o podridas y deje las raíces sanas en su lugar.
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