Es posible que hayas visto a tu vecino esparcir avena en sus lechos de tomates durante la temporada de verano.
No es necesario hacer sonar la alarma con anticipación; es muy posible que de esta manera esté tratando de alimentar la cosecha de hortalizas.
Sí, sí, los copos de avena como fertilizante para los arbustos de tomate, según muchos jardineros, dan excelentes resultados.
Se sabe que este producto contiene una gran cantidad de vitaminas y microelementos.
Por ejemplo, los tomates necesitan el magnesio, que se encuentra en la avena, para el desarrollo y fortalecimiento de las raíces, el fósforo es útil en el momento de la floración y el calcio es responsable de la formación de brotes fuertes y persistentes.
Si está usando avena seca, asegúrese de rastrillar ligeramente el área donde se roció la avena para mezclarla con la tierra y luego riegue las plantas.
Pero también puedes preparar el fertilizante en forma líquida, la llamada leche de avena.
Para ello necesitarás 3 cucharadas de avena picada (puedes hacerlo en una licuadora) y 1 litro de agua, que se debe verter sobre el cereal.
Dejar la mezcla en infusión durante 2 horas, revolviendo de vez en cuando, luego colar el producto resultante y diluir con agua en la misma cantidad.
Esta infusión se debe utilizar para regar cada dos días.
Anteriormente, el experto dijo qué flores se deben plantar entre las hileras de tomates para poder cosechar en cubos.