Debido a errores cometidos en la preparación del compost, a la composición del fertilizante natural se “agregan” microorganismos patógenos y pesticidas que, como ve, no hacen que el producto final sea más saludable.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación online BelNovosti, agrónoma y paisajista, nos dijo qué no hacer para no reducir el valor de la fertilización.
1. No convierta en abono los desechos animales
La grasa, los huesos o la carne tardan mucho en descomponerse y además atraen a los animales, por lo que no debes intentar convertirlos en abono. Sin embargo, lo anterior no se aplica a las cáscaras de huevo.
2. Separar materiales con tiempos de compostaje largos y cortos.
Puede tirar los desechos que tengan más o menos el mismo tiempo de compostaje en una pila de abono.
3. Evita las plantas con semillas
Si las plantas con semillas terminan en el abono, corre el riesgo de esparcir vegetación no deseada por toda el área junto con el fertilizante.
4. Cuidado con los ingredientes nocivos
Por componentes que potencialmente pueden dañar el compost, nos referimos al líquido para lavar platos, el jabón y otros productos químicos domésticos.
5. No te olvides del abono
Para crear condiciones favorables para el compostaje, conviene revolver el compost de vez en cuando o al menos hacerle agujeros con un palo.