A pesar de que ya ha llegado el invierno, muchos veraneantes todavía están atormentados por dudas: ¿vale la pena tapar las frambuesas en caso de heladas?
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, ayudó a comprender este problema.
Según el especialista, en la mayoría de los casos este arbusto perenne tolera bien el invierno incluso sin ningún refugio.
Pero si diciembre, enero o febrero fueran demasiado duros, existe el riesgo de que las puntas de los brotes se congelen.
Dado que la mayor parte de la cosecha se forma en la parte media y superior del brote, en tal situación corre el riesgo de perder las bayas.
Para evitar el desarrollo de eventos según un escenario indeseable para nosotros, conviene recoger los brotes en manojos, doblarlos al suelo y asegurarlos.
Como refugio para las frambuesas, utilice la nieve que cae al suelo durante una nevada.
Esa misma capa de nieve no permitirá que las frambuesas se congelen, incluso si hay heladas severas fuera de la ventana.