En invierno, el jardín se enfrenta a muchos peligros, pero el principal no es el frío ni las heladas severas.
Resulta que la mayor amenaza proviene del sol y los roedores.
Un residente de verano experimentado conoce la importancia de proteger los árboles en invierno y hace todo lo posible para que las plantas no sufran antes del inicio de un calentamiento estable.
Prestemos atención a las recomendaciones del experto de la publicación online Belnovosti y de la agrónoma Anastasia Kovrizhnykh.
Cómo afrontar esta amenaza
El sol de invierno, más cerca de la primavera, puede causar quemaduras en los baúles y, por lo tanto, es importante blanquear; la pintura debe renovarse si se ha lavado.
En lugar de pintura, los baúles se pueden envolver en papel o se pueden instalar barreras protectoras en el lado soleado.
En cuanto a los roedores, pueden comerse tanto las finas raíces como la tierna corteza de las plántulas.
Es necesario envolver los troncos de los árboles con materiales artificiales que dejen pasar el aire pero protejan de ratones y liebres.