Incluso un geranio sin pretensiones puede preocupar a su dueño, por ejemplo, cuando, sin motivo aparente, sus hojas comienzan a ponerse amarillas y a caerse.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación de la red BelNovosti, agrónoma y paisajista, nos dijo qué hacer si se encuentra en una situación similar.
Pero debe actuar de inmediato: si deja todo al azar, en primavera corre el riesgo de tener solo un tronco desnudo.
La razón, muy probablemente, radica en el hecho de que con la llegada del clima frío en el apartamento (casa), el microclima cambia.
El aire de las habitaciones se vuelve más seco y el nivel de humedad disminuye.
Por eso, lo primero que puedes hacer si no tienes humidificador es colocar recipientes llenos de agua junto a geranios y otras plantas de interior.
No se olvide de los beneficios de la ventilación, sin embargo, con una advertencia: no debe dejar las macetas en una corriente de aire.
Un par de requisitos previos más que se necesitan para detener la caída inesperada de las hojas: iluminación adicional y riego regular.
Además, muchos jardineros no dejan de fertilizar incluso en invierno, alimentando a los geranios una vez al mes con fertilizantes complejos.