No se marchita, no se pudre y ni siquiera se agrieta. ¿No es este el sueño de todo residente de verano que envía repollo para almacenarlo?
Solo en algunos casos el sueño sigue siendo un sueño, y esto se debe a condiciones inadecuadas para la verdura o errores cometidos por los jardineros al almacenar el repollo.
Por eso hemos decidido recopilar para usted toda la información relevante y consejos útiles sobre cómo almacenar repollo.
En primer lugar, asegúrese de dejar 2-3 hojas superiores en las cabezas de repollo, que son necesarias para proteger el repollo de la pérdida de humedad, y 2 cm del tallo, para los mismos fines y también para proteger las reservas de patógenos.
En segundo lugar, no deje el repollo en espacios reducidos con aire seco, ya que incluso en este estado cortado el repollo sigue respirando.
En tercer lugar, el lugar donde se almacena el repollo debe mantenerse a una determinada temperatura y humedad. Los valores óptimos de temperatura oscilan entre +1 y –1 grados, la humedad ronda el 90-95%.
En cuarto lugar, no almacene el repollo a granel en una capa demasiado gruesa, en bolsas que no dejen pasar el aire.
Intente formar pequeñas pilas de repollos para una mejor ventilación de las "estructuras" girando el tallo en diferentes direcciones (hacia arriba o hacia abajo).