Si tiene alguna experiencia en el cultivo de hortensias, probablemente sepa que a estas plantas les gustan los suelos neutros o ligeramente ácidos.
Por esta razón, las hortensias reaccionan a la acidificación del suelo: comienzan a crecer activamente, florecen exuberantemente y, en general, tienen un aspecto hermoso y saludable.
Además, la hortensia de hojas grandes puede cambiar el color de las inflorescencias cuando se acidifica el suelo.
Muy a menudo, para lograr este efecto, los jardineros recurren al ácido cítrico.
Para preparar la solución, basta con una cucharada y media de limón, que se recomienda diluir primero en una pequeña cantidad de agua y solo luego verter en un balde.
Aunque este método es bastante eficaz, está lejos de ser el único.
El kéfir o suero más común no muestra menos efectividad.
Si decide evaluar el efecto de los productos lácteos fermentados en las plantas de su propio jardín, recuerde: "tratar" las hortensias no debe ser más de una vez al mes.