El calabacín tiene hojas grandes que pueden crecer por toda la zona y esconder varios insectos dañinos.
Por lo tanto, para prevenir el problema en el futuro, conviene eliminar el exceso de hojas. Pero es importante hacerlo con mucho cuidado.
No puedes cortarlos. El exceso de masa verde solo se puede cortar.
En primer lugar, debes quitar las hojas inferiores.
Se consideran más débiles, comienzan a marchitarse más rápido y, a menudo, también se dañan durante el proceso de crecimiento.
El procedimiento es seguro y se puede realizar en cualquier momento.
Pero al mismo tiempo, es necesario asegurarse de que el exceso de humedad y las bacterias no entren en los pecíolos huecos, de lo contrario la planta podría comenzar a pudrirse.
Por lo tanto, las hojas deben cortarse lo más cerca posible del tallo con un cuchillo afilado o unas tijeras de podar.
También es necesario asegurarse de que el corte tenga tiempo de secarse. Por lo tanto, los jardineros experimentados recomiendan podar en la primera mitad de un día soleado.