Los pepinos y los tomates son dos de los cultivos de hortalizas más populares que suelen cultivarse en invernaderos.
Tienen mucho en común: aman el calor y la luz, requieren riego y fertilización y producen una cosecha abundante.
Pero también existen importantes diferencias que los hacen incompatibles en un mismo invernadero.
Diferentes requisitos de temperatura y humedad.
Los pepinos son plantas amantes del calor y sensibles a los cambios de temperatura y al frío.
Crecen bien a temperaturas de 22 a 28 grados durante el día y de 16 a 18 grados durante la noche.
Los tomates, en cambio, son más resistentes al frío y pueden soportar temperaturas de hasta 10 grados por la noche.
Crecen mejor a temperaturas de 20 a 25 grados durante el día y de 12 a 15 grados durante la noche.
Además, a los pepinos les gusta la humedad del aire alta, alrededor del 80-90%, y los tomates, baja, alrededor del 50-60%.
La alta humedad favorece el desarrollo de enfermedades en las hojas y frutos de los tomates, como el tizón tardío, la alternaria, la antracnosis, etc. La baja humedad afecta negativamente la polinización de las flores del pepino y provoca la caída de los ovarios.
Diferentes métodos de polinización.
En una planta de pepino hay flores de ambos sexos: masculinas y femeninas. Esto significa que los pepinos son plantas monoicas. La polinización de los pepinos se produce gracias a los insectos o al viento.
Los tomates son plantas dioicas, lo que significa que una planta tiene solo flores masculinas o femeninas. La polinización de los tomates se produce mediante autopolinización o agitación de la planta.
Si cultiva pepinos y tomates en el mismo invernadero, es posible que estos cultivos se crucen. Esto provocará un deterioro en la calidad de los frutos: serán pequeños, deformes, amargos o insípidos.
Diferentes fechas de siembra y cosecha
Los pepinos son plantas tempranas que se pueden plantar en invernadero de abril a mayo. Producen una cosecha entre 40 y 50 días después de la siembra y continúan dando frutos hasta el otoño.
Los tomates son plantas tardías que se pueden plantar en invernadero de mayo a junio. Producen una cosecha entre 60 y 80 días después de la siembra y dan frutos hasta las heladas.
Si cultivas pepinos y tomates en el mismo invernadero, debes tener en cuenta los diferentes momentos de siembra y cosecha.
Por ejemplo, si planta pepinos antes que tomates, estos quitarán espacio y luz a los tomates, lo que provocará sombra y un crecimiento más lento de estos últimos.
Si planta tomates antes que pepinos, interferirán con la ventilación y el riego de los pepinos, lo que provocará encharcamiento y pudrición de las raíces de los pepinos.
Conclusión
Los pepinos y los tomates son plantas de naturaleza diferente y requieren diferentes condiciones de crecimiento. Por tanto, no se recomienda cultivarlos en el mismo invernadero, ya que esto reducirá el rendimiento y la calidad del fruto.
Es mejor asignar un invernadero separado para cada cultivo o dividir un invernadero en dos partes usando una película o malla.
De esta forma, podrás proporcionar las condiciones óptimas para el crecimiento y desarrollo de pepinos y tomates y obtener una buena cosecha de verduras sabrosas y saludables.