El pimiento es un cultivo frágil que necesita cuidados constantes.
Las plantaciones te deleitarán con su apariencia y luego con su cosecha, si eliges los fertilizantes adecuados.
Pero no hay necesidad de apresurarse a presentarlos.
Hay que tener en cuenta que las plantas no deben ser alimentadas durante las dos primeras semanas, ya que las plántulas experimentan estrés en este momento y las plantas necesitan tiempo para echar raíces.
Pasado este tiempo, puedes comenzar a añadir los primeros componentes nutricionales adicionales.
Por ejemplo, el ácido succínico es eficaz para los pimientos.
Basta con tomar sólo 3 gramos del producto por cada 10 litros de agua limpia.
También es recomendable añadir a esta mezcla un poco de fertilizante fosforado (1 cucharada es suficiente). Tendrás que verter 200-300 ml de este producto debajo de cada arbusto.
Después del procedimiento, es necesario regar las plantaciones. Pero aquí es importante no apresurarse. Debe esperar de 3 a 4 horas después de fertilizar para humedecer las camas.