Sin un ajo sabroso, aromático y “vigoroso”, es difícil imaginar muchos platos en los que actúe como ingrediente necesario.
Es por ello que en todo jardín se puede encontrar un parterre reservado específicamente para el cultivo de esta hortaliza.
La mayoría de las veces, para este propósito se utiliza su propio material de siembra.
La selección es simple: basta con dejar los dientes grandes a un lado para obtener una nueva cosecha de los mismos dientes después de un tiempo.
Sin embargo, con el tiempo, el ajo puede empezar a degenerar, lo que significa que cada vez tendrá menos dientes grandes.
Además, en el material de siembra así obtenido se acumulan gradualmente enfermedades que tarde o temprano se harán sentir.
En lugar de gastar dinero en comprar semillas, puedes rejuvenecer tu propio ajo usando bulbos para plantarlo.
Dado que en cada flecha de ajo madura una gran cantidad de semillas, para obtener una cantidad suficiente de material de semilla, solo es necesario dejar madurar 2-3 flechas.
Cuando la flecha se vuelve recta y la cáscara está cubierta de grietas, puedes recolectar los bulbos de manera segura para sembrarlos a fines de septiembre.
