El repollo es amado no solo por las personas, sino también por la mayoría de las plagas, por lo que muchas tiendas ofrecen una amplia selección de productos diferentes.
Sin embargo, puede prescindir de productos químicos; basta con utilizar un método antiguo pero probado.
Este método es gratuito, pero es eficaz contra las pulgas crucíferas y la polilla de la col.
Tomamos jabón para lavar, agua y ceniza de madera tamizada. Si no hay cenizas, puedes reemplazarla con tierra bien seca.
Para dos litros de agua utilizamos tres cucharadas de jabón para lavar, que previamente cortamos en virutas.
Gracias al jabón, la solución se adherirá mejor al repollo, pero el componente principal que repele los insectos es la ceniza o la tierra.
Debe asegurarse de que la ceniza se adhiera bien a las hojas de col; también cubrimos el suelo cerca de la fruta con la solución.
Desafortunadamente, este método tiene un inconveniente: dicha protección dura hasta las fuertes lluvias, que eliminan la capa de jabón y polen.