No se debe esperar que los pepinos puedan crecer bien y producir una buena cosecha sin cuidados.
Aun así, es importante recordar que se trata de una cultura frágil que requiere atención y cuidado.
Para que las hojas no se pongan amarillas, que los pepinos tengan una fuerte inmunidad y que aumente la cantidad de ovarios y frutos en los arbustos, es necesario fertilizarlos.
Los jardineros recomiendan prestar atención a un remedio simple pero muy eficaz que pocas personas conocen. Estamos hablando de una solución a base de miel.
Hacer “fertilizante dulce” es muy fácil.
Sólo necesitas diluir tres cucharaditas de miel en cinco litros de agua tibia.
Tan pronto como el fertilizante esté bien mezclado, puede proceder a regar las camas. Debajo de cada arbusto debes verter medio litro de esta solución fresca.
También puedes rociar las plantas con este dulce fertilizante para atraer insectos beneficiosos para la polinización.