La infusión verde es un remedio útil que gusta a muchos cultivos de huerta.
Este fertilizante satura el suelo con nitrógeno, además de potasio y fósforo, si le agregas un poco de ceniza.
Otra ventaja es que preparar el abono es muy sencillo: sólo hay que llenar el barril de hierba y llenarlo de agua durante varios días, y antes de utilizarlo basta con diluir el producto con agua.
Pero es importante recordar que dicho aderezo todavía no es adecuado para todas las plantas.
Como señalan los expertos, no se debe abusar de la infusión verde en el caso de los tubérculos.
La infusión de ortiga es adecuada para rábanos, zanahorias o remolachas solo al comienzo de la temporada de crecimiento, y luego no debe usarse. De lo contrario, las plantas desarrollarán una vegetación exuberante, pero los frutos serán escasos.
A las cebollas, si se cultivan para nabos, tampoco les gusta este fertilizante. La infusión de hierbas tampoco será beneficiosa para el ajo.
Las legumbres tampoco estarán contentas con un producto a base de marihuana.