Si no te deshaces de esta plaga a tiempo, podrás olvidarte de la cosecha de deliciosas y dulces grosellas.
Es importante recordar que los pulgones no solo son capaces de destruir un arbusto, sino que también se propagan rápidamente y pueden destruir otras plantaciones.
Como señalan los jardineros experimentados, es posible salvar las grosellas de la plaga con la ayuda de amoníaco.
Este no es el único beneficio de un producto farmacéutico tan asequible.
El hecho es que el medicamento contiene nitrógeno, que puede usarse para alimentar a las plantas.
¿Pero cómo utilizar exactamente el amoníaco?
Es necesario mezclar el producto con agua en una proporción de 1 a 10. Luego puedes proceder a rociar las hojas del arbusto frutal.
Pero hay que recordar que el amoníaco es una sustancia tóxica y puede provocar intoxicaciones.
Por este motivo, es muy importante tomar todas las medidas de protección necesarias cuando se trabaja con amoniaco.