Cuando una persona piensa en pepinos, generalmente imagina vegetales frescos y jugosos que pueden agregarse a una ensalada o comerse solos.
La pulpa tierna, jugosa y ligeramente dulzona resulta especialmente atractiva en un caluroso día de verano, cuando se quiere comer algo ligero y que contenga mucho jugo.
Pero toda la impresión de una ensalada fresca o un aperitivo se ve arruinada por un pepino amargo. Algunos incluso tienen miedo de comerlos, creyendo que su amargor puede ser perjudicial para la salud.
¿De dónde viene la amargura?
Los ancestros silvestres del pepino cultivado tienen frutos amargos. Esto es necesario para protegerlos de ser comidos por los animales. De esta forma la planta aumenta sus posibilidades de reproducción.
Durante el proceso de selección esta propiedad prácticamente desapareció, pero en una situación estresante, un pepino cultivado “recuerda” su pasado lejano y utiliza el mismo mecanismo para conservar las frutas. Se vuelve amarga para poder reproducirse, porque el estrés es una amenaza para la vida de la planta. La mayoría de las veces, el estrés es causado por la falta de agua, pero también puede ser el clima frío, el calor extremo o las raíces socavadas o dañadas por una plaga.
El pepino amargo no solo es posible, sino también necesario para comer.
La sustancia amarga de los pepinos se llama cucurbitacina. Y no sólo no causa daño, sino que también es sumamente beneficioso para la salud. Los pepinos con un alto contenido de cucurbitacina tienen muchas propiedades beneficiosas.
Son ricos en antioxidantes. Los antioxidantes protegen al cuerpo humano de los radicales libres que dañan las células sanas. También fortalecen el sistema inmunológico.
Los pepinos amargos conservan todas sus propiedades beneficiosas y, por tanto, contienen vitaminas y minerales, en particular vitamina C, vitamina K, potasio y magnesio. Estos nutrientes ayudan a mantener huesos, corazón y vasos sanguíneos sanos, y mejoran la digestión y el metabolismo.
Los pepinos amargos ayudan a controlar los picos de los niveles de azúcar en sangre, lo cual es especialmente importante para las personas que padecen diabetes. Las investigaciones han demostrado que el extracto de pepino amargo puede reducir los niveles de glucosa en sangre.
La cucurbitacina también tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que reduce el riesgo de desarrollar enfermedades inflamatorias.
No tengas miedo de los pepinos amargos. Pueden ser un excelente ingrediente para una ensalada rica en vitaminas o un sándwich saludable si buscas formas de mejorar tu salud y reducir el riesgo de desarrollar diversas enfermedades.
