Cuando alguien adquiere una flor de interior, espera que a partir de ahora su mascota verde se deleite con flores exuberantes y follaje carnoso de color esmeralda.
Sin embargo, a veces sucede que en lugar de una exuberante vegetación, se coloca algo con follaje amarillo encima de la maceta. Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación de la red BelNovosti, agrónoma y paisajista, habló sobre las razones de este fenómeno.
Las hojas pueden secarse y volverse amarillas debido a una violación de las condiciones de las plantas de interior.
Quizás la principal desviación de la norma sea la falta de iluminación. En este caso, las hojas perderán color y se volverán pálidas, mientras que sus brotes se estirarán hacia arriba.
La salida a esta situación es muy simple: mueva las macetas a un alféizar soleado o use un phytolamp.
Sin embargo, la luz solar directa no es menos peligrosa para las plantas. Debido a esto, aparecen quemaduras en las hojas. Reorganizar o adelgazar las cortinas de la ventana ayudará a evitar tales problemas.
Otra razón por la que las hojas se vuelven amarillentas es la ubicación de las macetas en una corriente de aire. Trate de no dejar flores debajo del aire acondicionado o cerca de una ventana abierta.
Los cambios de temperatura, sin importar en qué dirección, también pueden hacer que las hojas se pongan amarillas.
Para eliminar el problema, tendrás que dejar la flor en paz por un tiempo, rechazar los fertilizantes y protegerla de las fluctuaciones de temperatura.
Otra causa común del follaje amarillo es el tamaño incorrecto de la maceta.
Si la maceta es demasiado grande, el espacio libre se llena de humedad, provocando que las raíces empiecen a pudrirse. Y, por el contrario, en una maceta pequeña la flor simplemente no tiene suficientes nutrientes, lo que también afecta negativamente el estado general de la planta.