Muchos jardineros y jardineros, y de hecho muchos de ellos, a veces cometen errores molestos que anulan los esfuerzos que han realizado para obtener una buena cosecha.
Las razones pueden ser diferentes: ignorancia o propia pereza, pero el resultado es siempre el mismo y es triste.
Es que cuando, con la llegada de la primavera, hacemos con destreza los dedos o una pequeña pala en el suelo depresiones destinadas a las semillas, nos parece que les estamos dando suficiente espacio.
De hecho, esto no es del todo cierto, o mejor dicho, nada cierto.
El caso es que al poco tiempo la tierra se seca y se vuelve tan dura que se puede confundir fácilmente con una piedra.
Debido a esto, las raíces débiles de las plantas jóvenes no pueden penetrar profundamente en el suelo y las plantas quedan atrofiadas.
¿Cómo corregir este molesto descuido?
La respuesta es simple: antes de comenzar a plantar, asegúrese de desenterrar sus camas y agregar abundante abono y mantillo de hojas al suelo. Las medidas adoptadas harán que la tierra se afloje lo suficiente como para que las raíces se desarrollen bien.