La cáscara de huevo es un fertilizante que mucha gente ignora en vano.
Aún así, este fertilizante contiene no sólo calcio, sino también hierro, potasio, magnesio, zinc y otros elementos útiles para el suelo y las plantas. Además, hay que tener en cuenta que la cáscara es un producto accesible y económico que se puede utilizar en forma de solución o polvo.
Pero hay que tener en cuenta que no todas las plantas son aptas para este tipo de alimentación.
La coliflor reaccionará positivamente a este remedio.
A los tomates también les encantan las cáscaras de huevo, pero hay que añadirlas con antelación.
Es adecuado el fertilizante para ciruelas. Protegerá las frutas para que no se agrieten y las ayudará a permanecer jugosas.
Las patatas crecerán más rápido y mejor si esparces las cáscaras entre las camas.
Las plántulas agradecerán esta alimentación, que ayuda a combatir el hongo. Simplemente triture las cáscaras en recipientes.
Al cultivar pimientos, berenjenas y zanahorias, este fertilizante también será útil.