El método ha sido probado por muchos residentes de verano experimentados.
Algunos jardineros logran un aumento en el rendimiento aplicando fertilizantes. Pero hay otra opción.
No se necesitan fertilizantes costosos ni métodos astutos si se utiliza un solo truco. Sólo requiere un poco de conocimiento y prestidigitación.
En el monte debes encontrar al llamado hijastro "dorado". Después del hijastro principal, se le considera el más fuerte. A menudo se encuentra debajo del primer racimo floral.
Este hijastro "dorado" no debe ser arrancado. Necesitas quitar todo lo que hay debajo.
De esta forma la planta no desperdiciará nutrientes en brotes que no darán fruto. Una vez eliminados, el tomate dirigirá los recursos para formar tomates.
Cabe señalar que en algunos casos el tallo se bifurca. Un hijastro así es el más fácil de identificar. Si no lo quitas, el tomate se convertirá en dos troncos, lo que duplicará el rendimiento.