La mayoría de las veces, aparece un olor desagradable en el refrigerador si algunos de los alimentos almacenados allí se han echado a perder.
El característico "aroma" ácido aparece cuando las bacterias patógenas se depositan en los alimentos.
A su vez, la mantequilla que ha estado mucho tiempo en el estante del frigorífico libera ácido butanoico y la carne caducada libera aminas.
El resultado es realmente devastador: a veces ni siquiera quieres abrir la puerta del frigorífico para proteger tu nariz del hedor que se propaga.
Afortunadamente, deshacerse de semejante molestia es bastante sencillo. Para ello necesitarás bicarbonato de sodio.
Este producto es capaz de reaccionar tanto con ácidos como con álcalis. Como resultado se forman sales de sodio de olor neutro.
Por lo tanto, para evitar la aparición de un olor desagradable en el frigorífico, conviene verter unas cucharadas de bicarbonato de sodio en un recipiente y, sin cerrarlo con tapa, dejarlo dentro del frigorífico.
No olvide cambiar periódicamente el polvo de hornear; debe hacerlo una vez cada tres meses para que el bicarbonato de sodio no se convierta en una fuente de repulsivo "ámbar".