Los chalotes, en comparación con las cebollas habituales, son más jugosos y no tienen un fuerte olor a cebolla. Además, prácticamente no contiene amargor, que da paso a un sutil sabor picante con notas dulzones.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, compartió recomendaciones para el cultivo de este cultivo.
1. Seleccione el tipo de chalota adecuado.
Existen diferentes variedades que se diferencian por el tamaño del bulbo y el tiempo de maduración. Elija la variedad que mejor se adapte a su región y condiciones de cultivo.
2. Preparar el suelo.
Los chalotes prefieren suelos fértiles, bien drenados y ricos en nutrientes. Si su suelo no cumple con estos requisitos, agregue fertilizantes orgánicos como compost o humus y mézclelos bien con el suelo antes de plantar.
3. Plante los bulbos correctamente.
Los bulbos deben plantarse a una profundidad de unos 3-4 cm, a una distancia de al menos 10 cm entre sí. La distancia entre hileras debe ser de unos 20-30 cm.
4. Riegue regularmente, pero no humedezca demasiado el suelo.
Los chalotes necesitan riego regular, pero no permita que el suelo se encharque.
5. Fertiliza tus plantas.
Los chalotes pueden necesitar nutrición adicional, especialmente durante la temporada de crecimiento. Utilice fertilizantes minerales que contengan nitrógeno, fósforo y potasio de acuerdo con las recomendaciones del fabricante.
6. Coseche a tiempo.
Los chalotes están listos para cosechar cuando las hojas comienzan a amarillear y marchitarse. Coseche cuando los bulbos alcancen su tamaño y peso óptimos, generalmente entre 60 y 90 días después de la siembra.