Cualquier residente de verano que plante cebollas en primavera sueña con conseguir bulbos muy grandes.
Obviamente, la formación de vegetales de gran tamaño es imposible sin una cantidad suficiente de microelementos y nutrientes importantes en el suelo.
Pero entonces surge la pregunta: "¿Qué componentes exactamente necesitan los cultivos de jardín para su pleno crecimiento y desarrollo?"
La respuesta es sencilla: en verano la planta necesita todos los elementos básicos: nitrógeno, fósforo y potasio.
Cómo alimentar la planta a principios de verano.
Es aconsejable utilizar un fertilizante especial destinado específicamente a la alimentación de cebollas.
Suele venderse con el nombre de “fertilizante mineral complejo para cebollas y ajos”.
Preparar el líquido es muy sencillo: basta con verter 30 gramos del producto anterior en un balde lleno de agua.
La mezcla resultante deberá verterse sobre el suelo en el que se encuentran los bulbos.
Segundo procedimiento
Para que las posibilidades de formar bulbos muy grandes sean casi del cien por cien, en los últimos días del segundo mes de verano será necesario alimentar la cosecha del jardín una vez más.
Ahora necesitas usar 10 gramos de sulfuro de potasio y 2 veces más superfosfato (por cubo de líquido limpio).