El calabacín es una de las verduras más populares y buscadas que puedes cultivar en tu jardín.
Se distinguen por su alto rendimiento, sabor delicado y propiedades beneficiosas.
Pero a veces los calabacines pueden pudrirse en el jardín, lo que provoca la pérdida de parte de la cosecha. ¿Por qué sucede esto y cómo evitarlo?
Una de las principales razones por las que el calabacín se pudre es el exceso de humedad en el suelo o en la superficie de la fruta. Esto crea un ambiente favorable para el desarrollo de diversos hongos y bacterias que infectan los calabacines y provocan su descomposición. La lluvia o el rocío durante la maduración de la fruta son especialmente peligrosos.
Para evitar que el calabacín se pudra, se deben seguir varias reglas.
Primero, debe elegir variedades de calabacín que sean resistentes a las enfermedades y a la pudrición.
En segundo lugar, es necesario garantizar un buen drenaje del suelo y aflojarlo periódicamente para evitar el estancamiento del agua.
En tercer lugar, es necesario controlar el riego y no humedecer demasiado la tierra y las frutas.
En cuarto lugar, es necesario seguir los términos y reglas de recolección y no permitir que las frutas maduren demasiado en el jardín.
Pero hay otra forma sencilla y eficaz de proteger los calabacines de la pudrición: utilizar sal de mesa normal. La sal es un antiséptico natural que mata los gérmenes y previene la descomposición. Además, la sal fortalece la piel del calabacín y la hace más duradera.
Para utilizar este método, necesitarás disolver 2 cucharadas de sal en 10 litros de agua. Luego debes rociar los calabacines con esta solución cada 10 días desde el inicio de la floración hasta el final de la fructificación. Esto ayudará a mantener los calabacines sanos e intactos.
Siguiendo estos consejos podrás cultivar calabacines sin frutos podridos y disfrutar de tu cosecha.