Para que las frambuesas se desarrollen adecuadamente y den buenos frutos, es necesario regarlas de manera oportuna.
Pero no un poquito todos los días, sino en abundancia y en determinadas épocas.
Muchos jardineros cometen el error de optar por un riego diario moderado.
De esta forma, la humedad satura sólo la capa superior del suelo y las raíces quedan sin nutrición.
Los expertos recomiendan regar las frambuesas con menos frecuencia, pero con mayor abundancia. Para que el agua alcance una profundidad de 25-35 centímetros.
La frecuencia de riego y el volumen de agua requerido dependen principalmente de las condiciones climáticas.
Pero también es necesario tener en cuenta las propiedades del suelo y su capacidad de humedad.
El riego es especialmente importante durante los períodos de floración y crecimiento activo de los frutos.
No debemos olvidarlo después de cada recolección de bayas.