La ceniza es un medio útil y asequible para fertilizar y proteger las plantas de plagas y enfermedades.
Sin embargo, no todas las plantas reaccionan igual a la ceniza.
Algunos de ellos, como el ajo, pueden verse afectados por su uso.
¿Por qué sucede esto?
El hecho es que la ceniza aumenta la acidez del suelo, volviéndolo alcalino. El ajo prefiere suelos ácidos o neutros.
Si viertes cenizas en los agujeros al plantar ajo, corres el riesgo de interrumpir su crecimiento y desarrollo, además de provocar diversas enfermedades.
¿Qué enfermedades pueden aparecer en el ajo debido a la ceniza? La más común es la pudrición de la raíz o del tallo. Aparece como manchas negras o marrones en la planta, que gradualmente se extienden y provocan la muerte del ajo. La ceniza también puede contribuir al desarrollo de una infección bacteriana o fúngica que afecta los bulbos y las hojas del ajo.
Cómo evitar estos problemas
Es mejor no utilizar cenizas al plantar ajo. Si quieres alimentar a tus ajos, elige otros fertilizantes orgánicos como compost, humus o turba. No aumentan la acidez del suelo y lo enriquecen con sustancias útiles.
Si ya usó ceniza al plantar ajo y notó signos de enfermedad, entonces debe tomar medidas inmediatas. Las plantas enfermas deben ser desenterradas y destruidas para no infectar a otras.
También debes tratar el suelo con un desinfectante, como permanganato de potasio o sulfato de cobre. Después de esto, puedes plantar ajos nuevos u otros cultivos.
Entonces, las cenizas son un buen producto para el cuidado de las plantas, pero no para todos. Al ajo no le gustan las cenizas y puede enfermarte. Por tanto, es mejor elegir otros métodos de alimentación y protección del ajo para conseguir una buena cosecha y mantener la salud.