Un medicamento farmacéutico económico puede convertirse en un asistente indispensable en el cuidado de las plantas.
Los cultivadores de flores experimentados tienden a utilizar remedios caseros, porque casi siempre están disponibles y son más baratos que las preparaciones especiales.
Uno de esos remedios es el yodo. Los floricultores han identificado varias razones por las que lo utilizan para alimentar a las plantas:
- estimula la formación de cogollos;
- prolonga la floración;
- acelera la recuperación de las plantas después de una enfermedad;
- protege contra enfermedades.
¿Qué plantas aman el yodo?
Casi todas las flores responden bien a esta alimentación. Por ejemplo, un anturio cobrará vida y florecerá en un par de meses si se riega periódicamente con una solución.
Con yodo, los gladiolos y las bocas de dragón florecerán e irradiarán salud. A los geranios y crisantemos también les encanta este aderezo. Las plantas recibirán recursos adicionales para una floración abundante.
Cuando no usar
Hay situaciones en las que el uso de yodo es inaceptable. 3 ejemplos cuando no se utiliza un producto farmacéutico:
- la planta ha sido trasplantada recientemente;
- suelo seco, la flor no se ha regado durante mucho tiempo;
- la planta está enferma.
Así, para empezar, las flores se riegan con agua corriente. Si la planta se marchita por algún motivo no relacionado con la enfermedad, se utiliza yodo.
Cómo preparar fertilizante
La proporción generalmente aceptada es: 1 gota de yodo por 1 litro de agua. Pero algunos jardineros aumentan la dosis a 3-4 gotas.
Si riegas en suelo húmedo, no dañarás las plantas. Pero es necesario mezclar bien la solución antes de usarla.